miércoles, febrero 28, 2007

DECEPCIÓN

Me siento muy mal. Ya os dije que si tenía malas noticias me tendríais que animar. Pues bien, así es, tengo malas noticias. Después de dos semanas, me hice la prueba y salió negativa. Hoy me ha bajado la regla y estoy destrozada. Siento que nunca voy a ser madre, que me estoy obsesionando con el tema y sé que eso no es bueno, pero tampoco sé cómo evitarlo.
No le tenía que haber dicho nada a nadie. Mi niño metió la pata y en su momento tampoco me pareció tan mal, pero no estuvo bien, porque ahora tengo a mi familia, a la suya y a todos nuestros amigos todo el día preguntanto: "¿Todavía no? A ver si apuntáis bien!" Y eso me está matando. Siento que cada vez que me viene la regla estoy defraudando a mucha gente y me siento todavía peor.
Por suerte no le había dicho a nadie lo del retraso, porque si no todavía me hubieran agobiado más. Necesito estar tranquila, relajada, sin agobios, y es todo lo contrario. Y no sé cómo cambiar eso aunque sé que lo tengo que hacer, porque así, como decía antes, no me quedaré embarazada en la vida. Y ese es uno de mis mayores miedos.
Estoy sola en mi oficina y no puedo dejar de llorar. Me siento hundida, siento que no sirvo para nada. Y para colmo, cuatro conocidas mías, de mi misma edad más o menos, se han quedado embarazadas casi al mismo tiempo. Y pienso que por qué ellas sí y yo no, ¿qué estoy haciendo mal? Así que después de todo, encima me estoy volviendo mala persona. ¡Dios, tengo que cambiar esto como sea!
Por favor, que alguien me dé una solución, una respuesta, algo que me haga sentir mejor. Necesito ayuda.

viernes, febrero 16, 2007

EN HONOR A LA VIDA

A veces me paro a pensar en ese sueño que va tomando forma, que me llena de ilusión, de felicidad. Pero no puedo evitar mirar el otro lado, que no necesariamente es el lado malo. Me pregunto a diario si esto es lo que quiero realmente o si por el contrario me dejo llevar por la sociedad, esa que dice que es “obligatorio” tener hijos.

La respuesta es clara: Tener un hijo es lo que más deseo en el mundo y me da igual la sociedad y la manera en que está montada. Me da igual todo, yo quiero ser madre.

¿Soy egoísta? Porque mi hijo no ha pedido venir al mundo, lo traigo yo porque quiero, porque es mi ilusión, pero no sería el primer hijo ni el último que pudiera reclamarle a sus padres el hecho de que le trajeran.

¿Seré una buena madre? Si lo soy posiblemente me ahorre el trago del párrafo anterior, pero, ¿qué pasa si no lo soy? Creo que con mi madre tengo el mejor ejemplo del mundo, pero igual que hay hijos que repiten los errores o virtudes de sus padres, ¿quién me dice a mí que yo he heredado esa condición de mi madre?

Estas preguntas llevan asaltándome varios días. Estoy cagada de miedo. Tanta ilusión que tengo, no la puedo disfrutar por esas dudas.

Veo a mi niño como un padrazo. Él será un buen padre, de eso estoy segura. Pero no puedo evitar pensar en las lacras de hoy en día, como las drogas, las bandas, las enfermedades de transmisión sexual, no sé, tengo miedo de que mi hijo pueda caer en algo malo y realmente no sé cómo puedo evitarlo, porque muchas veces se dice que, hablando por ejemplo de las drogas, el que cae en eso es porque quiere.

Bien, el otro ejemplo que he tenido ha sido mi tía, la hermana de mi madre. Ella ha sido para nosotros una ayuda tremenda, cuando mi madre no estaba, o estaba enferma, ella nos cuidaba con todo el amor del mundo. Yo puedo decir que he tenido tres madres. La tercera es mi abuela por parte de madre. El caso es que mi tía tiene dos hijos, y los ha criado de igual manera, y también más o menos igual que mi madre a nosotros.

Mi primo es una persona genial, pero, aunque hoy por hoy está curado, estuvo inmerso en el mundo de las drogas. Se metió de todo menos caballo. Siempre he pensado que si ha conseguido superar eso es porque ha tenido a sus padres, que para mí son un ejemplo de valentía y coraje, porque su padre también es digno de admiración y también le quiero muchísimo (ellos son mis padrinos). Pero no pudieron evitar que mi primo cayera, y eso es justamente lo que me da miedo.

Sé que no puedo controlarlo todo, que hay cosas que no están en mi mano, que las personas cuando tienen una determinada edad toman sus propias decisiones, sean acertadas o no, y sé que tengo que aceptar todo lo que venga en referencia a mi/s hijo/s, pero no sé si estoy preparada.

Tengo mucho miedo.

miércoles, febrero 14, 2007

EL DÍA DEL AMOR

Hoy es un día muy especial en mi vida. Hay mucha gente que dice que el día de los enamorados es un día como otro cualquiera, que todo es un invento para aumentar el consumismo. Sí, yo también lo creo, pero cada uno se toma las cosas como quiere. Mi niño y yo nunca nos regalamos nada para San Valentín, pero nos vamos a cenar fuera desde hace ya cuatro o cinco años.

Uno se va a cenar fuera cuando buenamente le apetece, así que ¿qué más da ir un día más? Celebramos el día de la madre, del padre, del niño, los cumpleaños, los santos, los aniversarios, y para mí son días especiales, porque yo los hago especiales. Para mí esas fechas son excusas para celebrar, para reunirnos con la familia, porque a veces no tenemos tiempo de hacer muchas cosas que nos gustaría, pero esos días todos sabemos que los tenemos reservados para nuestros seres queridos.

Además hoy estoy más ilusionada que nunca, y aquí viene mi sueño, ese sueño del que llevo mucho tiempo hablando, y os voy a contar lo que es, aunque ahora mismo no sé seguro si se ha cumplido o no, pero como hay muchas posibilidades, me apetece contarlo, y si al final no es así, pues todos vosotros me daréis ánimos y ya está y yo seguiré intentándolo.

Señoras y señores… ¡¡¡creo que estoy embarazada!!! Sí, tengo un retraso, y aunque me podría hacer la prueba, todavía no me la he hecho, porque hace un par de meses tuve un retraso de dos días y me ilusioné y luego no estaba, así que voy a esperar, pero ahora tengo como un presentimiento que me dice que sí. En cuanto sepa algo seguro os lo diré, lo prometo.

Querida Kaos, te tocará ir a esa iglesia de Valencia para que todo me vaya bien en el parto, jajaja.

En fin, os contaré en cuanto tenga noticias. Espero que sean buenas.