viernes, abril 20, 2007

DEPRESIÓN? NO GRACIAS

Estoy bajísima de serotonina. A ver cómo me lo monto este finde para que me suba, porque paso de depresiones. Hoy llevo todo el día con ganas de llorar. Realmente me he obsesionado con el tema de quedarme embarazada. Por lo menos ahora soy capaz de reconocerlo, que es el paso más importante que tenía que dar para solucionar el problema. Así que a ello que voy.
No voy a dejar que una mierda de neurotransmisor me arruine la vida. Y si me tengo que hartar de comer plátanos con chocolate y me pongo como una vaca, pues muuuuuuuuuuuu.
Como siempre voy a seguir luchando.

jueves, abril 12, 2007

ATRASOS

Sí, ya sé que hace más de un mes que estoy desaparecida, pero no os preocupéis que os lo voy a contar todo, poquito a poco. Gracias a todos los que me habéis echado de menos.

El día del padre empecé a escribir un post, pero al final… ya sabéis. Pero de todas maneras la historia había empezado pero no había acabado, así que os la cuento de todas maneras con el fin incluido.

Mi padre es… especial. Para mí lo es, aunque a veces me dan ganas de matarle, pero al fin y al cabo puso su semillita para traerme al mundo, así que por lo menos hizo algo bueno (esto ha quedado un poco egocéntrico, no?).

La verdad es que mi padre no es un padre normal, por lo menos no es muchos aspectos. Sí, ha sido trabajador, ha luchado mucho para sacarnos adelante, pero a veces la ha cagado. Supongo que todos la cagamos de vez en cuando, pero es que él se pasa.

Cuando era pequeña le echaba de menos. Pasaban semanas enteras sin verle. No estaba de parranda, como dice la canción (ni tomando cañas). Estaba trabajando. Trabajaba mucho para, como decía antes, sacarnos adelante. Sí, todo eso le honra, pero de poco sirve cuando te pasas la vida escuchando todos los esfuerzos que han hecho por ti, lo que han luchado para que lo tengas todo. Esas palabras duelen, porque tú creces escuchando que toda su lucha es desinteresada cuando habla con el resto del mundo, pero a ti no te dice lo mismo. Mi padre ha sido siempre una persona con poco sentido común, por lo menos bajo mi punto de vista. Pero bueno, también ha hecho muchas cosas buenas, por lo menos nos ha ayudado a aprender de sus errores, porque espero no caer en ellos con mis hijos.

La verdad es que nos ha dado todo lo que ha podido. En las charlas típicas que tienen los padres con los hijos no ha sido demasiado “adecuado” por decirlo de alguna manera. No ha tenido mucho tacto a la hora de hablarnos de sexo, drogas… no sé, todos esos problemas que nos encontramos en la juventud. Siempre me ha dicho que tendría que dejar de trabajar cuando me casara, y a día de hoy de vez en cuando me suelta alguna como “¿es que tu marido no gana suficiente como para mantenerte?” Yo cuando oigo estas cosas me da vergüenza ajena, porque no me he encontrado una persona tan machista como él. Yo no me callo, le digo que si trabajo es precisamente porque no quiero que ningún hombre me mantenga. Eso le pone frenético. A ver, seamos realistas, en el fondo a todas nos gustaría, pero la realidad es otra muy diferente. Aunque le diga eso para fastidiarle, es evidente que la mayoría de las mujeres trabajamos porque no nos queda más remedio si queremos llevar una vida sin ahogos económicos. Pero ese es otro tema que dejo para otro día.

Una de las grandes cagadas de mi padre fue hace unos cuatro años. Antes del verano había pasado una mala racha de las mías y me había dado por comer. Me engordé mucho. Me salió celulitis para dar y regalar (ya sé que nadie la querría…) y como me daba un poco de vergüenza ir a la playa con el biquini normal, me compré uno con pantalón corto. Me lo probé y salí al comedor para enseñárselos a mi madre. Mi padre también estaba allí, así que el hombre opinó: “Olimpia, es una lástima que con lo joven que eres estés así. Si quieres te pago una liposucción”. Palabras textuales. Para colmo de males, yo, como decía antes, estaba pasando una mala racha. Dios, cómo lloré!!! Como veis, el pobre tiene la sensibilidad en el culo y el culo de vacaciones. Pero al fin y al cabo le quiero mucho, así que siempre acabo perdonándole e incluso olvidando lo que me haya hecho.
Ni ha sido perfecto ni lo será nunca. Pues como todos. Pero aún así me gusta comprarle un regalo para el día del padre. Toda una odisea, porque nunca sabes qué comprar. Las madres son diferentes, porque aunque le compres ropa siempre (para reyes, para el día de la madre, para su cumpleaños, para su santo…), siempre aciertas. Y luego hay mucha más variedad, como perfume, maquillaje, cremas, sesiones de masajes, de chocolaterapia, bolsos, monederos, joyas… en fin, con una mujer no hay problema. Pero los hombres… uf!!!

Mi madre me dijo que le hacía falta ropa, pero me negué, porque siempre le acabamos comprando lo mismo. Así que fue a mirarle un reloj. Vi uno muy elegante que me encantó y se lo compré. Y llegué a su casa a medio día para comer con ellos y le doy el regalo con una ilusión… Si es que soy tonta. ¿Os podéis creer que me dijo que no le gustaba y que iría a cambiarlo? Pues después de darle muchas vueltas, yo misma le acompañé a la tienda. Se cogió uno que según él era mucho más bonito (sin comentarios) y encima me ahorré 30 €… Habrá que mirar las cosas por el lado bueno!!!