lunes, septiembre 24, 2007

EL ABISMO EN UN VASO

Hacía tiempo que esto no pasaba. Siempre me queda la esperanza de estar equivocada, pero a medida que pasa el tiempo, me doy cuenta de que estoy en lo cierto. Está enfermo. Me duele mucho que venga así, tambaleándose, casi sin saber lo que dice. Él pone la excusa fácil de que no le hace daño a nadie. Está muy equivocado, porque a nosotros nos hace mucho daño.
Llevo muchos años pensándolo, pero, a veces por vergüenza, y a veces porque me enfado, no he dicho nada. Ahora sí lo digo. Está enfermo, pero tiene una enfermedad que a los ojos de nuestra sociedad está muy mal vista. Es alcohólico. Mi padre es alcohólico.
La verdad es que le recuerdo siempre bebiendo. Desde que tengo uso de razón ha bebido. Nunca nos ha puesto una mano encima ni a mi madre ni a nosotros, pero a veces los golpes psíquicos o morales duelen mucho más que los físicos.
Está equivocado, sí nos ha hecho mucho daño, a todos. Y lo sigue haciendo. Le he llevado información de Internet, le he hablado, le he intentado explicar lo que le pasaba, le he dicho que le iba a ayudar en todo, que le llevaría a donde le curasen. Todo ha sido en vano, no he obtenido resultados.
Cuando iba al psicólogo se lo comenté varias veces, pero siempre llegaba a la misma conclusión, yo no podía hacer nada hasta que él aceptara que está enfermo. Y lo intenté por activa y por pasiva, pero no hubo manera. Él dice que los alcohólicos cuando llegan a casa gritan y pegan, y que él no es así. Pues en eso tiene razón, ni nos grita ni nos pega, pero nos hace sufrir. Da igual, sigue sin entenderlo.
Hoy me ha dado un susto de muerte. Mi madre se ha puesto mala del estómago y él me ha llamado por teléfono. Ha venido a comer a las cinco de la tarde, desde las ocho de la mañana que se fue. Y se ha encontrado a mi madre tumbada en el sofá. Y entonces me llama a mí todo alarmado, preguntándome qué le pasaba a mi madre. Yo que no sabía nada, porque precisamente hoy no he ido a comer, me he pegado un susto, que para qué os cuento. Menos mal que ella ha tenido reflejos y ha cogido el teléfono y al escucharla hablar, ya he visto que estaba más o menos bien, me ha explicado lo que le había pasado y me ha prometido que no hacía falta que fuera.
Es que, claro, yo encima me encuentro atada de pies y manos, porque estoy en el trabajo (aquí no nos toca la fiesta de la Mercè) y aunque quiera salir corriendo, tampoco puedo.
Mientras mi madre me decía que no fuera, lo escuchaba a él gritando que sí, que me fuera para allí.
Por lo menos es consciente de que si la tenemos que llevar al médico, él no está para conducir. Aunque eso no ha sido siempre así.
Cuando iba al instituto, a veces me quedaba a estudiar con alguna amiga, sobretodo en la época de exámenes y como no tenía carnet de conducir y mis madres se iban a la torre el fin de semana, un viernes le dije si me podía quedar y que me viniera a buscar alguien sobre las nueve o así.
Vino él. Pero mejor me hubiera quedado a dormir en casa de mi amiga o de mi abuela, porque vino tan bebido, que incluso por el camino se paró a vomitar. Aquel día temí por mi vida. Cuando llegamos no me pude callar. Le dije que yo no sabía lo que era tener un hijo, pero que me lo podía imaginar y que no entendía cómo había sido capaz de jugar con mi vida de esa manera. Le dije que si él quería matarse, que lo hiciera, pero que no jugara con la vida de su hija ni con la de los demás conductores que van tan tranquilos por la carretera. Se quedó con la boca abierta, pero tampoco sirvió de mucho, la verdad.
Sé que no puedo controlarlo, sé que no puedo hacer nada hasta que él no se dé cuenta, pero no puedo evitar este sufrimiento, esta preocupación constante.
Sé que el día menos pensado me van a llamar por teléfono para decirme que le ha pasado algo, un accidente, un infarto, yo qué sé. Él no ha sido un padre modelo en ningún sentido, pero es mi padre y le quiero mucho. Ya sé lo que es perder a uno, porque para mí mi suegro era como el padre que no había tenido, y siempre he pensado que no quería perderle, pero sinceramente creo que no puedo perderle porque nunca lo he tenido. Mi padre siempre ha sido mi hermano mayor, quizás por eso le tengo mucho más respeto que a él, pero aunque sea una persona que está ahí, más estorbando que otra cosa, es una buena persona, con una vida muy difícil, con una historia muy dura. Sé que eso no le excusa, pero supongo que es una manera de explicarme a mí misma el por qué de todo esto.
Tal vez por eso le tengo tanto asco al alcohol. Nunca he bebido ni una gota de alcohol si he tenido que coger el coche. Es más, odio el vino tinto de tanto verle con una copa en la mano.
Una vez conocí a una mujer que me dijo que en un accidente de coche había perdido a su madre, a su hermana y a su hija, por un conductor borracho que venía en sentido contrario. A él no le pasó nada. Cuando me entero de cosas así, instintivamente pienso en él. A veces he pensado en denunciarle incluso. Pero, sinceramente, creo que tampoco eso serviría de nada y encima me sentiría como una mierda.

5 Comments:

Blogger mafalda said...

Qué duro es ver a alguien que quieres destrozar su vida (y de añadido, la tuya) y no poder hacer nada, básicamente, porque no quiere que le ayudes.
Nada de lo que pueda decirte te va a ayudar, sólo me queda repetirte mi apoyo para todo lo que quieras contar.

24/9/07 23:04  
Blogger Pep ... però posa-li Angu, també said...

Ho sento molt, nineta!!! Però ton pare és un irresponsable. I el primer en donar-se compte hauria de ser ell. Mai és tard per intentar canviar ...

Si necessites parlar, ja saps!!!

Un petó ben gros, campiona!

2/10/07 09:46  
Blogger Joao said...

Muchas veces el miedo y la verguenza nos frenan, pero casi siempre vale la pena enfrentarse a las cosas, lo mismo necesitan tu ayuda y no saben pedirtela....

Saludos

6/10/07 02:22  
Anonymous Anónimo said...

Conozco a un alcóholico, es una buena persona que bebe, bebe de 3 a 5 litros de cerveza diarios y me dice que no. Que no es un alcohólico...

No sé qué hacer, creo que lo único que puedo que es estar ahí para cuando él decida dar el paso

15/1/08 17:00  
Anonymous Anónimo said...

Holaa,mira hace años estube en la misma situacion que tu o nse si incluso peor,tambnn era mi padre.
Por mucho que tu quieras ajudarlo,i le insistas i le digas la enfermedad que tiene el no lo va a ver hsata que x el mismo n de de cuenta.
Mi padre estubo llendo a terapias durate dos años pero para llegar a ese punto n te puedes imaginar los años que tubieron que pasar,las situaciones que tubieron que ocurrir para que se diera cuenta.. Pero mira ahora hace 4 años que no bebe absolutamente nada d alchol i esque a caanviando totalmente la relacion con el uuff ahora esque le abrazo todo el dia le doi besos cosas que antes ni me acercaba a el.Bueno espero que desde que escribiste esto haya canbiando la situacion i sino pues aunque sea tu padre i le quieras si el n lo asume haz tu vida porque sino la que saldra mas afectada de todo esto seras tu.bss

4/1/11 23:00  

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