No podemos controlarlo todo, eso lo sé. Mi problema es que quiero hacerlo y cuando llego a la conclusión de que no puedo, que es siempre, me estrello. Sí, ya sé que no es la primera vez que me pasa, y presiento que no será la última. Sigo asumiendo responsabilidades que no son mías. Sigo planificando mi vida y la de los que están a mi alrededor. Esto no puede seguir así, porque me estoy consumiendo y lo mejor de todo es que la única responsable soy yo. De eso sí que soy responsable.
Una vez más he caído, pero me he vuelto a levantar. Os va a parecer una tontería, pero el otro día viendo “Los Hombres de Paco” escuché una frase que decía algo así: “La vida te va a tirar al suelo muchas veces, pero siempre levántate”. Siempre hay que levantarse. Y yo hoy me levanto. Sí, me acabo de levantar y me estoy riendo. Me río de mí misma porque soy imbécil. Porque hoy estoy siendo capaz de quitarme de encima esas losas que me he impuesto yo misma. Y me siento bien, me siento liberada.
Sé que lo volveré a hacer, pero ahora mismo siento que peso menos, jejeje, ojalá eso se notara en la báscula también. Pero hablando en serio, a veces le he echado la culpa a la gente de mi alrededor por hacerme cargo a mí de ciertas cosas en las que yo ni siquiera tengo nada que ver. Pero la culpa no es suya, la culpa es yo (que diría el señor Santiago Serrano, hoy la cosa va de series). Sí, mira que es difícil ponerse una losa encima uno mismo, pero yo tengo una habilidad bestial para hacerlo.
Vuelvo a repetir que sé que volveré a hacerlo, pero también volveré a quitármelo. Estoy harta de pasar malos ratos por los demás. ¿Egoísta? Puede ser, pero práctica. Nadie se toma mis problemas como yo me tomo los de los demás. Yo soy inmensamente feliz, tengo mis cosillas como todo el mundo, pero nada importante. Me preocupo por los míos, pero ya no puedo seguir enfermando sí, enfermando literalmente, por cosas en las que yo ni siquiera puedo decidir.
Hoy me siento renovada, me siento bien, me empiezo a sentir más tranquila. Necesito estar tranquila, lo necesito. Y necesito que se me abra el estómago y poder comer. Y, ¿sabéis una cosa? Tengo hambre. Y hoy me voy a dar un homenaje. Me voy a comer un bocata de bacon con queso. Ala, que aproveche!!!
P.D.: Prometo leer en breve los atrasos, que llevo unos días un poco ocupada.
