martes, agosto 29, 2006

EN HONOR AL CONSUMIDOR

Esta mañana he desayunado, eso no es nada raro, lo raro es el rato que he estado intentando desayunar. Me explico: mi madre, que es previsora la mujer, me compró pavo de este embasado porque siempre acabo tirando un montón de comida y me dijo: “este es más caro, pero a la larga te sale más barato porque no lo tirarás”. Me ha salido baratísimo, porque lo ha comprado ella… No sé qué tienen las madres que aunque te hayas ido de casa hace ya más de un año, siguen sintiendo la necesidad de cuidar de ti como si tuvieras ocho años. La mía por lo menos es así, pero es que a mí me encanta que mi mami que mime y me cuide. Espero que lo haga durante mucho mucho tiempo, y también a mis hijos.

Me he desviado un poco del tema, ¿verdad? Pues el caso es que en el paquetito del pavo, en una esquinita pone: “abre fácil”. ¡¡¡¿Fácil?!!! Me he pasado por lo menos diez minutos intentando abrirlo. Ya sé que podía haber cogido un cuchillo, pero es que ya era cuestión de cabezonería, a ver quién podía más. ¡¡¡No iba a permitir que me ganara un paquete de pavo!!! Pues al final me ha ganado, porque no tenía tiempo y llegaba tarde, porque si no… si no tengo prisa ese se entera. Pero al final lo he abierto con el cuchillo.

¿Tan difícil es cambiar el “abre fácil” por “abrir aquí” o algo así? Porque esa frase es publicidad engañosa, yo creo que se podría denunciar incluso.

Y para colmo esta mañana me han vuelto a llamar para ofrecerme la ADSL de no sé quién. No quiero herir sensibilidades, pero es que me ponen de una mala leche… que al final se te pasa eso de querer ser amable porque es su trabajo, pobrecitos, lo que tendrán que aguantar, etc., para dar paso al cabreo que te supone tener que aguantar que te pregunten: ¿y por qué no le interesa? A ver, que no me interesa y punto, no te tengo que dar explicaciones. Y entonces te pregunta cualquier otra chorrada que tampoco viene a cuento y ya te subes por las paredes, no lo aguantas, te enciendes, te alteras más y más y… le cuelgo. Le cuelgo porque con el mal humor que me ha puesto, si no le cuelgo le tendría que gritar: “¡¡¡VETE A LA M…!!!

Qué duro es a veces ser consumidor.

miércoles, agosto 23, 2006

MI CUENTO DE HADAS

Me gustan tus ojos y mi cara reflejada en ellos
Me gusta la cara que pones cuando eso sucede
Me gusta tu nariz cuando me hueles
Me gusta tu boca cuando pronuncias mi nombre
O cualquiera de todos los apodos cariñosos que me dices
Me gustan tus manos cuando me tocan
Me gusta tu pecho cuando me abrazas contra él
Me gusta tu corazón porque sus sentimientos son puros
Me gustan tus pies porque caminan a mi lado
Me gusta tu alegría cuando me ves
Me gusta la pasión de tus besos
Me gusta que me apoyes en los momentos malos
Me gusta que siempre tengas una palabra bonita para mí
Me gusta que no te fueras cuando te lo pedí

Cada día doy gracias al cielo por no haber permitido que se fuera cuando se lo pedí en aquel momento tan amargo de mi vida. Lo hice porque estaba enferma y era consciente. No sabía qué iba a ser de mí, pero sabía que le quería, eso sí lo tenía claro. Yo sabía que no me iba a quedar sola, que mi madre siempre iba a estar ahí. Por eso le pedí que se fuera, que buscara una chica que estuviera sana. No lo hizo. Sé perfectamente por qué, pero todavía me parece mentira que pueda quererme tanto.

Pasó el tiempo y me ayudó a salir del agujero en el que había caído. Y cuando lo había conseguido me pidió que me casara con él. Y lo hice.

Me hubiera gustado no tener que ayudarle yo ahora, no por no ayudar, sino porque eso querría decir que no tiene los problemas que tiene, pero ya que ha de ser así, me siento orgullosa de estar a su lado, de haberme ganado su confianza, de que siempre recurra a mí cuando se siente mal.

Para mí es como en un cuento de hadas, cuando hay amor se superan todos los obstáculos.

lunes, agosto 21, 2006

VUELTA A EMPEZAR

Hola a todos. He tenido abandonado el blog un tiempo, pero no me he olvidado de él ni de todos los que me leéis. Primero fue la muerte de mi suegro y luego las vacaciones... que ya se han acabado. Os prometo leer vuestros post atrasados, aunque me costará unos días.
En fin, éstas han sido unas vacaciones un tanto raras. Por un lado puedo decir que lo hemos pasado bien, que hemos disfrutado mucho el uno del otro, pero por otro lado hemos notado su ausencia y hemos tenido varios conflictos familiares.
Hay personas que son difíciles de entender. Yo me imaginaba que iba a haber problemas desde el día en que él falleció, pero no esperaba esto, y tampoco le encuentro explicación.
Mi niño está mal, muy mal. Lo primero es que ha perdido a su padre y lo segungo es que su madre le hace la vida imposible. Pero sin ningún motivo, que es lo que yo no entiendo. Él ha sido un chico que ha madurado muy pronto, y siempre ha cuidado de su madre, siempre la ha ayudado, la ha apoyado, la ha guiado cuando no sabía por dónde ir. Ha sido sus pies, sus manos, su amigo, su hijo y a veces hasta su padre. Pero como se suele decir, de desagradecidos está el mundo lleno. Yo también estoy decepcionada, la verdad, tenía otro concepto de ella. Por un consejo que le dio, ella pensó mal, porque así se lo hizo pensar su otro hijo, ese que siempre ha hecho su vida, que no se ha ocupado de ella para nada, que nunca ha querido estar con ella a no ser que tuviera algún interés... ese hijo.
No entiendo a las personas que son desagradecidas. En la vida hay una frase que me parece una gran falsedad: "Dar sin esperar nada a cambio". No es que esperemos algo a cambio, pero cuando tú haces algo por alguien de una manera totalmente desinteresada y llega un momento en el que ese alguien tiene la oportunidad de hacer algo por ti y no lo hace, te molesta mucho, primero porque te sientes traicionado, y después porque te sientes gilipollas.
Es así, y puedo hablar por propia experiencia, aunque supongo que a todos nos ha pasado algo así en la vida. Son cosas que pasan muy a menudo, unas veces con mala intención y otras sin ella, pero pasan. Y te sientes mal, pero vuelves a caer, y te sientes mal otra vez, pero vuelves a caer... hasta que llega un momento en que te das cuenta de que esa persona es malintencionada y ya no caes más. Lo malo es cuando esa persona malintencionada es tu madre, eso es muy duro, y si no que se lo digan a mi niño.
Yo por desgracia sé muy bien de lo que hablo, porque no es la primera vez que vivo esto, ya lo viví con mi padre y mi abuela. El mismo caso más o menos. Por eso yo ya me había dado cuenta hace tiempo de esto, porque en ese sentido yo ya venía de vuelta, pero cómo hacérselo ver a él? De ninguna manera, se ha de dar cuenta él solito. Ya ha pasado, y aunque por un lado me alegro de que lo haya visto, por otro no puedo evitar sufrir por él, porque vuelvo a repetir que está muy mal en ese sentido.
A veces le veo como un niño pequeño que necesita que le arropen, que le mimen, que le comprendan... estoy feliz de estar a su lado y poderle dar todo eso. Le quiero más que a mi propia vida.