martes, enero 22, 2008

LA MADRE DE LA CIENCIA

Hola de nuevo a todos. Aquí estoy de nuevo, he vuelto. Mi ausencia se ha debido a que he tenido problemas de salud, pero ya estoy muy recuperada. No quiero ahondar en eso, porque no quiero ni acordarme de lo mal que lo he pasado, así que a otra cosa mariposa.

En todo este tiempo han pasado muchas cosas, pero para mí la más importante es que he perdido a una amiga. No, no se ha muerto, aunque para mí sea así, lo cierto es que está vivita y coleando. Pero para mí ha dejado de existir.

Me faltó su apoyo cuando más lo necesitaba, y me ha costado darme cuenta, pero ahora sé que a pesar de todo el tiempo que hemos pasado juntas, que ha sido mucho, nunca la he tenido ahí cuando la he necesitado. No me ha faltado gente, pero ella no estaba. Yo, después de tanta “convivencia”, la consideraba alguien con la que contar, en definitiva, lo que significa la palabra amiga. Pero después de muchos palos, y el último más que ninguno, me he dado cuenta de que ella nunca ha sabido lo que significa la amistad, nunca ha sido amiga mía, porque no ha sido amiga de nadie. Nunca se ha molestado en preguntar cómo estaba, si necesitaba algo. La verdad es que me he llevado un buen palo, pero por lo menos ahora sé con quién puedo contar y con quién no, y por ende, a quién voy a ofrecer mi ayuda, mi casa, mi amistad, y de quién voy a pasar olímpicamente (en honor a mi nombre, jajaja).

Si tengo que sacar el lado positivo de esto, como es habitual en mí, he de decir que estas cosas te sirven para muchas cosas, la primera para aprender, porque he aprendido mucho de ella, a pesar de su maldad, pero también para saber apreciar más si cabe a las personas que siempre están ahí, que comparten tus alegrías y tus penas indistintamente, los que te aguantan tanto si estás de buen humor como si estás de mala leche. Esos que conocen tus errores, tus defectos, y a pesar de eso siguen a tu lado. Un gran beso para todos ellos y en especial a Tiki y a Elle, aunque no creo que lean nunca esto (la gente de mi entorno sigue sin saber que escribo este blog).

Y cambiando de término, tenía pendiente el tema de los propósitos para este año, sí ya sé que estamos casi en febrero, pero más vale tarde que nunca. Lo primero que voy a hacer es repasar los del año pasado para ver si he hecho los deberes, jejeje.

Bueno, el primero sí, hice realidad mi sueño y os lo conté, lástima que durara tan poco mi felicidad. El segundo también, porque mi optimismo hace mucho que no se fuga. El tercero era cuidad de mi niño… lo cuido muchísimo, de hecho está muy bien y me encanta estar pendiente de él, igual que hace él conmigo. El cuarto era una broma, jejeje. El quinto… sí, este año he ahorrado mucho y me he quitado un buen pellizco de la hipoteca. El sexto era cuidar mi espalda y también lo he hecho. Recuerdo que el año pasado por estas fechas me dolía muchísimo. El séptimo… bueno, salgo bastante más que antes los fines de semana, pero creo que aún así debería salir más. El octavo también lo he cumplido. Me levanto más pronto y aprovecho el tiempo al máximo. El noveno me hace mucha gracia porque aún estoy en ello, pero lo estoy consiguiendo, aunque a veces me cueste. El décimo… jajajajajajajajajaja. Bueno, no he perdido 6 kilos, pero tampoco me he engordado, estoy más o menos igual, quizá con un kilillo menos, jejeje. Recuerdo que para el undécimo Pep me dijo que si lo conseguía le explicara la fórmula. Pues bien, lo he conseguido. La fórmula es sencilla: una vez a la semana viene una chica a hacerme lo más gordo y lo demás lo hago yo entre semana cuando llego de trabajar. Así el fin de semana lo dedico a mí y a mi marido. Es carillo, pero efectivo, jejeje.

Bueno, bueno, bueno!!! Parece que sí he hecho los deberes. Así que me puedo dar con un canto en los dientes, como diría mi abuela. En fin, voy ya con los propósitos para este año:

1 – Acabar de perder los kilos que me han quedado del año pasado (quedan 5).
2 – Seguir rechazando las responsabilidades que no son mías, para vivir más tranquila, sin tantas preocupaciones que no me atañen a mí.
3 – Como consecuencia del punto 2, aprender a pensar más en mí, en mi casa, en mi vida y cuidarme más, que me tengo desatendida completamente.
4 – Ser justa conmigo misma.
5 - Cuidar mucho a mis amigos de verdad.
6 – Seguir cuidando de mi niño, que es el sol que me ilumina cada día.
7 – Dejar de pensar en cosas que no tienen importancia.
8 – Hacer más el amor y menos la guerra.
9 – Como consecuencia del punto 8… jajaja, volver a quedarme embarazada y que esta vez mi sueño se haga realidad.
10 – Ponerme al día con todos vuestros blogs, que ya sé que os he tenido abandonados.
11 – Y para terminar, el más importante, el que hace honor al título del post de hoy: aprender a tener paciencia.

Espero que el 2008 sea un año lleno de alegrías para todos, que la vida nos sonría y sobretodo, que a final de año estemos todos aquí, con todos nuestros propósitos cumplidos.
Un millón de besos.