LA COMPLICADA LEY DE VIDA

Parece que llevo unos días pensando como siempre, es decir, de una manera bastante optimista. Tengo claro que no voy a dejar que nada me quite mi alegría. Pero hoy ha ocurrido algo, que me ha hecho plantearme ciertas cosas. Mi abuelita está enferma.
Su enfermedad es un poco rara, porque es una leucemia de tipo B crónica. Los médicos siempre le han dicho que es una enfermedad de esas que "duelen" mucho pero no matan. Pero claro, si añadimos que tiene parkinson, es diabética y tiene el estómago del tamaño de una pelota de golf... en fin, que la pobre tiene de todo.
Hace un par de meses su médico le dio un tratamiento de choque. Son unas pastillas que se tiene que tomar una vez al día durante cinco días una vez al mes (un tipo de quimioterapia). Pero cada vez que hace el tratamiento la tienen que ingresar porque se queda sin defensas y cualquier virus que haya en el ambiente lo coge.
Antes de empezar el tratamiento por segunda vez ella dijo que no lo quería hacer. Mi abuelo y sus hijas (mi madre y mi tía) le dijeron que sí, que ya vería como mejoraba... promesas que ellos no pueden cumplir. Hoy me ha llamado mi madre para decirme que la dejaban ingresada otra vez.
Y yo me pregunto: "¿Realmente es mejor vivir así que vivir medio bien aunque sea menos tiempo?" Quiero decir que si no se toma el tratamiento no mejorará de su enfermedad y seguramente morirá antes. Yo no quiero eso, pero tampoco quiero que siga con eso si el tiempo que viva lo va a pasar de hospital en hospital.
No creo que sea una manera de alargarle la vida, sino la agonía de vivir mal, enferma. Yo lo último que quiero es que ella se vaya, pero supongo que a veces hay que dejar que la gente a la que quieres se vaya para que dejen de sufrir. La verdad es que tengo el corazón dividido. Supongo que me entenderéis, porque todos tenemos abuelos y los míos por parte de madre son de los de anuncio. Buenos, cariñosos, atentos, y un largo etcétera de virtudes. Cuesta pensar que algún día se van a ir, pero es ley de vida.