NO ES VERDAD ANGEL DE AMOR...

"¿No es verdad gordita mía, que en esta apartada orilla tú te tiraste de rodillas y vaciaste el Mar Menor?" La frase es de mi hermano. Cuando éramos pequeños pasábamos el día jugando juntos. Tal vez por eso ahora trabajamos juntos.
Nunca he sabido lo que es provocarse el vómito, y Dios sabe que lo intenté millones de veces, pero no podía. Así que mi cuerpo ideó una manera para explusar lo que para mi mente era "tóxico": la comida. Mi psicólogo y yo llegamos a esa conclusión. Mi mente me cerraba el estómago para que no pasara ni el agua, tal como entraba salía.
Mi hermano era un crío, pero él y muchos como él me avasallaron a insultos tales como: foca, gorda apestosa, vaca, Moby Dick, etc. No quiero ser dura, pero he de mostrar la dureza que tenían comnigo. Yo era sólo una niña feliz a la que le encantaba comer (lo que no debía, estamos de acuerdo), pero no por ello tenían que crucificarme de esa manera.
Desde los 13 años mi vida ha sido un continuo subir y bajar de peso. A esa edad mi madre me llevó al médico. Estuve haciendo dieta hasta los 15. Perdí 15 Kg. en esos dos años. Tuve mi primer novio, el segundo... hasta que encontré al tercero y definitivo. Digo definitivo porque hoy es mi marido.
Pero yo me sentía insegura. En cuanto cogía algún kilo de más me alteraba, mi cuerpo se descomponía, mi estómago se cerraba... hasta que pasó lo inevitable: caí en una profunda depresión de la que me ha costado mucho tiempo y mucho esfuerzo salir. Hoy estoy bien, mido 1,66 y peso 68 kg. La última vez que me puse a dieta pesaba 80. Ahora he conseguido perder 12 kg., pero hay una diferencia, he conseguido hacer una dieta bien hecha, bueno, más bien he cambiado mis hábitos alimenticios. Y me siento bien, me miro al espejo y veo a una mujer guapa y deseable. No me he vuelto creída, simplemente he aprendido a quererme a mí misma tal y como soy, tal y como me ven las personas que me quieren.
Por este motivo me estremezco cada vez que veo en la tele algún caso de anorexia en alguna chica o chico joven. Me veo reflejada en ellos y no puedo evitar sufrir con ellos, porque sé lo que están pasando, porque sé que el mundo ha sido cruel con ellos, porque lo seguirá siendo si no ponen remedio. Ahora se miran al espejo y ven a una persona gorda. Alguien tiene que enseñarles que en el espejo hay una persona a secas, sin adornos, cada uno lo que somos y como somos. Espero que algún día se puedan ver con la seguridad con la que yo me veo ahora.
El mundo antes era diferente. La gente se fijaba más en la persona, no tanto en el físico. No voy a decir que tampoco tenga importancia, pero creo que, como decía una actriz de cuyo nombre no me acuerdo, la verdad, la belleza de los ojos se ve en la dulzura de una mirada, la belleza de los labios se escucha cuando se dicen palabras bonitas, si quieres tener un pelo bonito, deja que te lo acaricie un niño almenos una vez al día y si quieres mantener la línea comarte tu comida con quien no la tenga. Ahí queda eso.